14/2/11

En algo nos estamos equivocando

Un hombre de negocios norteamericano estaba en el embarcadero de un
pueblecito costero de México cuando llegó una barca con un solo
tripulante y varios ATUNES muy grandes.

El norteamericano felicitó al mexicano por la calidad del pescado y
le preguntó cuánto tiempo había tardado en pescarlo.

El mexicano replicó: Oh! Sólo un ratito.

Entonces el norteamericano le preguntó por qué no se había quedado
más tiempo para coger más peces.

El mexicano dijo que ya tenía suficiente para las necesidades de
su familia.

El norteamericano volvió a preguntar: ¿Y qué hace usted entonces con
el resto de su tiempo?

- El mexicano contestó: - Duermo hasta tarde, pesco un poco, juego
con mis hijos, duermo la siesta con mi mujer, voy cada tarde al
pueblo a tomar unas copas y a tocar la guitarra con los amigos.
Tengo una vida plena y ocupada, señor.

- El norteamericano dijo con tono burlón: - Soy un graduado de
Harvard y le podría echar una mano. Debería dedicar más tiempo a
la pesca y con las ganancias comprarse una barca más grande. Con
los beneficios que le reportaría una barca más grande, podría
comprar
varias barcas. Con el tiempo, podría hacerse con una flotilla de
barcas de pesca. En vez de vender su captura a un intermediado, se
la podría vender al mayorista; incluso podría llegar a tener su
propia fábrica de conservas. Controlaría el producto, el proceso
industrial y la comercialización. Tendría que irse de esta aldea y
mudarse a Ciudad de México, luego a Los Ángeles y finalmente a
Nueva York, donde dirigiría su propia empresa en expansión.

- Pero señor, ¿cuánto tiempo tardaría todo eso?

- De quince a veinte años..

- Y luego ¿qué?

- El norteamericano soltó una carcajada y dijo que eso era la mejor
parte:

- Cuando llegue el momento oportuno, puede vender la empresa en
bolsa y hacerse muy rico. Ganaría millones.

- ¿Millones, señor? Y luego ¿qué?

- Luego se podría retirar. Irse a un pequeño pueblo costero donde
podría dormir hasta tarde, pescar un poco, jugar con sus nietos,
hacer la siesta con su mujer e irse de paseo al pueblo por las
tardes a tomar unas copas y tocar la guitarra con sus amigos.

- Bueno, pero eso es lo que hago ahora señor ¿Por qué tengo que
esperar veinte años?


¡¡ MERECE LA PENA LEERLO CON ATENCIÓN PORQUE ME PARECE QUE HAY ALGO
EN LO QUE NOS ESTAMOS EQUIVOCANDO !!

...

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