15/2/11

Carta Abierta a Alejandro Sanz

21 Jan. 2011
Hola Alejandro,
Hace muchos días que ando dándole vueltas a la ley Sinde, a los derechos de
autor, y leyendo tus desafortunados tweets. Ahora que tengo las tres cosas
juntitas, déjame que te comente algunas cosas.
Soy científico, investigador del Centro Nacional de Biotecnología y
actualmente “Visiting Assistant in Research” en la Yale School of Medicine,
en New Haven, Conneticcut.
Trabajo en el desarrollo de vacunas para el tercer mundo, centrando mis
esfuerzos en la Leishmaniasis, una enfermedad olvidada que mata e
incapacita en África, Asia y Sudamérica. Sí, esos mismos sitios para los
que, de vez en cuando, puedes montar una parranda benéfica. Y aunque no lo
sepas (y muchas personas no lo saben) es esa enfermedad que hace que miles
de pobres niños tengan el vientre hinchado y mueran. La misma que hace que
sus padres no puedan trabajar. Entre nosotros, ese tipo de enfermedades que
hace que el tercer mundo siga siendo tercer mundo.
Cuando consigo que mi trabajo funcione, tras muchísimas horas de
laboratorio exponiéndome a múltiples riesgos para mi salud, intento
publicar mis resultados. ¿Sabes lo que pasa cuando lo hago? Que la revista
se queda con todos mis derechos de autor. CON TODOS. Si quiero, no sé,
poner una figura de mi trabajo en algún otro formato, tengo que pedir
permiso. Por mi figura. Por mi trabajo. Y te hablo de figuras en blanco y
negro. En color no podemos pagarlas.
¿Sabes por qué? Porque PAGO POR PUBLICAR. Sí, en serio, lo hacemos. Mi
laboratorio tiene que pagar para poder difundir los avances científicos que
puedan curar a esos niños o a sus padres en el futuro. PAGO POR PUBLICAR y
tengo que pedir permiso por mi figura, por mi trabajo.
Ahora podrías meter en 140 caracteres que luchar por mis derechos no me
impide que tu lo hagas por los tuyos, yo seguiría leyendo.
Desde que el hombre es hombre, desde que el ser humano es humano, ha
demostrado que necesita expresar sus sentimientos. Y de ahí surgió el arte.
También, al mismo tiempo, surgieron las preguntas de qué hacía aquí. Los
famosos “de dónde vengo, quién soy, y a dónde voy”.
Y es que las dos cosas, ciencia y arte, son humanas, pero no por ello
profesiones.
Mira, no sé, 100 o 200 años atrás. El arte lo hacía el que podía
permitírselo. Y la ciencia también. Hasta Darwin descubrió el origen de las
especies en un tour por el mundo, en el que vio que los pinzones de unas
islas tenían los picos más grandes que otros. La gran revolución científica
vino de un viaje de alguien que pudo permitírselo.
Ahora, industria mediante, los artistas cobran por entretener y los
científicos cobran por descubrir cosas. Una maravilla para los que no somos
de familias ricas y queremos hacer ciencia o arte.
Yo me he quejado y mucho de mi falta de derechos. De intentar defender lo
que ahora, para mí, es más que un reconocido trabajo. Y también creo cosas.
La diferencia es que yo con un salario tengo. Y lucho por un salario digno.
QUE ME PAGUEN POR MI TRABAJO. No creo que tenga sentido que me paguen
tiempo después por mis logros. Te recuerdo que lo que yo quiero es una
vacuna para el tercer mundo. Y pagar mis facturas. No quiero ningún
rendimiento extra que no me merezco. No quiero derechos de autor, quiero
que mis avances sigan derechos a conseguir su objetivo.
Entiendo que quieras que te paguen por tu trabajo. Y deberías (que lo
haces) negociar lo que te paga una discográfica por grabar un nuevo disco.
O que defiendas tu caché en los escenarios. Pero cobrar también impuestos
sobre los CD´s , discos duros, lo-que-sea que la S.G.A.E quiera inventar
para sangrar al ciudadano medio, perdóname muy mucho, pero yo, lo veo
excesivo. Intentar lanzar una ley que te permita cobrar más de lo que te
toca porque la industria que a ti te trata bien se está muriendo, lo
siento, pero no. Limitar las libertades individuales para maximizar vuestro
beneficio no es justo.
¿Sabes por qué tengo un blog de divulgación científica? Para que el mundo
vea que la ciencia es importante. Para que posiblemente en el futuro sea
una profesión digna. Yo no busco hacerme rico. Yo no quiero recortar
libertades. Yo lucho por cambiar la industria que hace que mi actual
profesión me obligue a tener otra con la que, juntas, poder pagar las
facturas.
Y por favor, no vuelvas a comparar los derechos a recibir medicamentos de
los niños pobres con el derecho a declarar culpable de piratería a diestro
y siniestro. Que ya lleváis demasiado tiempo cobrando por ello. Renovaros o
morid. Pero no hables de los que de verdad mueren aunque de vez en cuando
reciban tu calderilla.
Atentamente,
Lucas Sánchez.

...

No hay comentarios:

Publicar un comentario