16/7/11

Ironía laboral

Un ginecólogo aguarda su última paciente que no llega.

Después de 45 minutos., suponiendo que no vendrá resuelve tomarse un gin
tonic para relajarse antes de volver a su casa.

Se instala confortablemente en un sillón, comienza a leer el periódico
cuando llaman a la puerta.

Es su paciente que llega apurada y pide disculpas por el retraso:

- No tiene importancia, responde el médico. Estaba tomando un gin
tonic esperando para irme a casa, ¿quiere uno para relajarse?

- Acepto con placer... - responde la paciente aliviada.

El le sirve una copa y se sienta frente a ella para conversar. De
repente se escucha una llave dentro de la puerta del consultorio.

El médico sobresaltado se levanta y dice:

- ¡¡¡Mi mujer!!!..., rápido, quítese la ropa y abra las piernas...

...

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